argentina - venezuela

por **lDany** Sáb Sep 03, 2011 3:54 pm

El equilibrio defensivo, un déficit en la reciente Copa América, y la recuperación de la pelota parada como herramienta ofensiva fueron las principales novedades en el debut de Alejandro Sabella como DT del seleccionado.

El 1-0 sobre Venezuela, en el amistoso jugado en Calcuta, dejó pasajes de buen juego y si bien la última línea tuvo un aprobado, en algunos pasajes hubo desatenciones en el sector izquierdo.

Siguen siendo los arranques de Lionel Messi, partícipe de todas las jugadas de riesgo de Argentina, lo mejor del equipo de Sabella. En este punto tan determinante y a la vez sensible para un conjunto que cuenta en sus filas con el mejor del mundo, habrá que trabajar para lograr encontrar variantes de profundidad, un mal que se arrastra del ciclo anterior de Sergio Batista.

Al margen del resultado, ayer el equipo se diferenció a partir de un rasgo caótico en el proceso anterior: el orden táctico de mitad de cancha hacia atrás. Importante en ese aspecto resultó el retorno de Martín Demichelis como líder de una estructura compacta y concentrada, ante todo, en brindarle seguridad a Sergio Romero.

Demichelis, acompañado en la zaga por Nicolás Otamendi, también de regreso al equipo, fue la voz de mando en la renovada defensa y, en el plano individual, tuvo dos cruces vitales para evitar el tanto venezolano.

Más allá del gol de la victoria, lo de Otamendi fue más irregular. Su tarea comenzó con problemas para complementarse con Marcos Rojo en el sector izquierdo pero repuntó con el cabezazo goleador que, además, recuperó una variante ofensiva en el olvido: la pelota parada, un aspecto desdeñado por Batista y sufrido en el partido ante Uruguay por Copa América.

Por otra parte, la Argentina se repitió en la tendencia de esperar de Messi la acción salvadora del partido. Es cierto que el intenso calor y la dificultad de jugar en una cancha sintética y mojada influyó en el juego, pero al equipo se lo vio como pocos recursos colectivos arriba.

Luis González y el debutante Ricardo Alvarez, novedades de Sabella, tuvieron poca relevancia en la gestación, al igual que Angel Di María, por momentos retrasado para modificar el 4-3-3 inicial a un 4-4-2. Y más allá de la presencia de Gonzalo Higuaín como punta más adelantado, la Pulga sufrió, en más de una ocasión, de soledad para generar ocasiones de gol.

Con apenas dos entrenamientos completos desde el inicio del ciclo, acaso sea lógica esa carencia. El martes próximo, ante Nigeria, en Bangladesh, el equipo tendrá una nueva la chance de solucionarla.